Acerca de

Este blog narra una historia humana. Es mi historia, personal, pero estoy seguro de que no es solo mía. Soy pianista y soy profesor de piano en un conservatorio de Madrid también. Hace seis años me diagnosticaron una distonía focal. Los médicos se encogían de hombros, pero a la vez no dudaban en utilizar palabras como «crónico» o «incurable». Fui suficientemente terco como para ignorar tan terrible pronóstico y aparecieron en mi camino las personas adecuadas que opinaban lo contrario. Decidí creer con todas las fuerzas que sí me podía recuperar. No sabía cómo y cuando, pero sabía que lo iba a hacer. Busqué la solución en todas partes. De todo aprendí un poco, pero lo que más me ayudó fue reeducar desde los cimientos mi relación fisica y emocional con el instrumento. Deconstruí mi forma de tocar y la reconstruí con la ayuda de pianistas sabios, generosos y de buen corazón. Después de una reeducación motora profunda con el mejor asesoramiento posible -¡cuánta suerte tuve!-, muchos libros de salud -física, emocional, espiritual- y de técnica pianística, puedo decir hoy que he superado la distonía y soy mejor pianista que antes de tenerla.

Me apasiona profundizar en en los misterios del movimiento, de su relación con el mundo emocional. Me gusta explorar a diario nuevos enfoques para tratar de comprender tan fascinante fenómeno como es el moverse. Este blog tiene el propósito de compartir reflexiones en torno al tema, recomendar lecturas, entablar conversaciones frikis de técnica pura y dura, pero también decir alto y claro que sí se puede superar una distonía y tratar de comunicar qué me ha ayudado a mí.

Soy un pianista en constante afinación. El título de este blog apunta a un ideal, a lo que hay que buscar a diario al sentarse al piano para hacer música. El primer instrumento eres tú, soy yo, el pianista. Los instrumentos se tienen que afinar para sonar bien. De eso va este blog.